“Ecuador 6, Colombia 1. ¡¡¡ Una aplastante paliza a punta de goles !!!”.

 

El martes 17 de noviembre del 2020, pasará a la historia deportiva de Colombia, Sudamérica y del Mundo, como “la tarde negra y fatídica”, pues el elenco de la “tri” ecuatoriana al mando del estratega argentino, Gustavo Alfaro, “aplastó y humilló futbolísticamente” a su similar cafetera, encajándole 6 goles x1, dirigida por Carlos Queiroz, en el estadio Casa Blanca, Rodrigo Paz Delgado de Quito, en el marco de la cuarta fecha de la eliminatoria sudamericana al mundial de Qatar 2022.

 

Para mí, la tri, ejecutó a la perfección la hermosa sinfonía de la victoria en Triple G: Gustó, Ganó y Goleó.

 

Y lo hizo con orden, equilibrio, precisión, jerarquía, determinación, velocidad, efectividad, calidad, sorpresa y contundencia; diez mandamientos básicos del buen jugar al fútbol, unido con prestancia al exquisito trato de la pelota y a la preciosidad tanto para desequilibrar como para definir en el arco rival con un acierto implacable.

 

Hacía mucho rato que no me deleitaba, observando y aplaudiendo también por la pantalla chica, a un equipo “aparentemente chico”, devorándose “a uno gigante”, a punta de pasarlo por encima, con armonía y calidad; de enloquecerlo con el balón a base de velocidad, toque-toque y precisión, con la apertura del juego por las bandas, con su plasticidad para encarar y con su efectividad para anotar, -llenándolo de goles sin clemencia- que nunca pero nunca nunca, “saco el acelerador”, y que, siempre fue hacia adelante queriendo más y más, y de no haber sido por dos atajadas del golero Vargas, y algunas dos más que se perdieron sus efectivos, la cuenta hubiese sido más escandalosa, catastrófica, vergonzosa como ominosa.

 

Ecuador fue una catapulta mientras que Colombia fue una yerta seguidilla de jugadores sin personalidad, sin alma, sin sangre, sin ganas, sin temple, sin casta, sin jerarquía; a los que vestir la camiseta patria les quedó, “demasiado grande y pesada para llevarla puesta”, y quienes, por respeto a la bandera, deberían renunciar a ser parte de nuevo de otra convocatoria.

 

La diferencia abismal entre un equipo y otro, fue quedando demostrado con el paso de los minutos; pues en solo dos, a los 7 y a los 9 iniciales; Robert Arboleda y Ángel Mena, ya habían perforada a Camilo Vargas, para el 2x0, premonitorio, de la goleada que se venía.

 

Lo que siguió, fue una Colombia incapaz, inoperante, inepta, impotente, flaca de espíritu, ausente de deseos por pelear el balón y de ñapa torpe para replegarse como lenta para defenderse, donde los vólidos ecuatorianos los destrozaron con sus pases filtrados, aperturas por las bandas, regateo, dribling, gambetas y puntillazos al marcar.

 

Michael Estrada a los 32 y, Xavier Arreaga a los 39, de nuevo en pocos minutos, solamente 7, subieron escandalosamente la cuenta al 4x0, que a esa hora era ya una catástrofe sin precedentes.

 

El técnico Queiroz, se jugó una carta nunca antes asumida por ningún otro estratega, y

sobre los 40 cumplidos, hizo cuatro cambios de una:

 

Luis Javier Suárez, (poco reconocido, aunque juega en el Granada) por Johan Mojica. Luis Fernando Muriel, por Luis Manuel Orejuela. Wilmar Barrios por Matheus Uribe, y, Frank Fabra, por Luis Díaz.

 

¿Qué buscaba el estratega lusitano, con estos cuatro cambios a 5 minutos del final del primer tiempo?.

 

Se supone, que en el continuar del juego; mínimo, esperaría encontrar a unos jugadores con alza futbolística, con temperamento, con jerarquía y en una total mejoría como equipo.

 

El lánguido penal convertido por James Rodríguez besando la base del poste de la mano derecha, de Alexander Domínguez, que eligió el otro palo, sobre los 45 +1, para dejar 4x1, en la conclusión del primer episodio, se diría en “otras épocas”, les daría verracolina, impulsaría su amor por la camiseta, se elevaría la actitud, así como verdaderas ganas a los “cafeteros”, para sobreponerse y salir, “a vencer o a morir”.

 

Pero la verdad, fue que salieron a, “dejarse acabar de pelar”.

 

Los minutos pasaron, Ecuador le dio la pelota a Colombia, más no el terreno, ni los espacios, ni tampoco las oportunidades. Las continuaron creando ellos mismos.

 

Y ni el temperamento, ni la jerarquía, ni el amor, ni las ganas, apareció en los jugadores de Colombia por ningún lado del campo.

 

Como ya lo referimos, Camilo Vargas, tuvo dos ocasiones acertadas para salvar su arco, y, los efectivos de la tri, se perdieron otras dos.

 

Más el rictus del fracaso deportivo y la fatídica goleada, estaba escrita, sellada, esculpida, predicha, profetizada y no paró.

 

Gonzalo Plata, ingresado a los 34 minutos por Adolfo Muñóz, sobre los 78, colgó la manita de goles, (5x1) con una jugadota previa pura y fina de complaciente tac-tac-tac-tac magistral y, 13 minutos más tarde, Pervis Estupiñán, empujó el sexto, (6x1) y, encumbró a Ecuador en la gloria, sepultando a Colombia en el oscuro infierno de su propia impotencia.

 

Cayó sin pena y con poca gloria un gigante aplastado como un gusano, y salió victorioso un pequeño David compacto, férreo, firme, letal y avasallante.

 

El fútbol escoge vencedor, y ni el más recalcitrante hincha de la “tri”, hubiese imaginado tamaña como soberana goleada, -6x1, la primera en la historia de los enfrentamientos entre ambas selecciones- y esta vez al elegirlo al Ecuador, le permitió que asumiera, “la generosa deferencia”, para que la abrazara con todos los honores, y, así fue como lo hizo, a punta de goles.

 

El comentarista Iván Mejía Álvarez, se expresó sobre el partido, en un trino así:

 

Ecuador fue un huracán ante una paupérrima Colombia, confusa en el banco y desnaturalizada, sin alma y sin juego, en la cancha. Queiroz no prende velitas en diciembre”.

 

Por su parte, Carlos Antonio Vélez, desde su espacio Planeta Fútbol, igualmente trinó:

 

Partido y resultado “saca técnico” y “saca jugadores” ... juego anormal, sospechoso y raro. Se les notó el freno de mano. Hay mucho jugador afectado por q se les acabó la joda y la zona de confort. Ese era el riesgo si venía alguien exigente. listo! Q se vaya el Mister, pero no solo”.  

 

Desde mi óptica, creo y pienso, que debe darse un revolcón serio como general en la actual estructura de manejo al interior de la selección, si es que no queremos seguir viviendo y viendo ésta amarga decepción.

 

Que se vaya el técnico, sería lo de menos, pues siempre la cuerda se rompe por el lado más delgado. Pero que se vayan, -o sea, que no vuelvan a ser llamados ni tenidos tampoco en la más mínima cuenta, aquellas figuritas intocables, para futuras convocatorias- y siento, que, deben ser por lo menos el 90%, o sea, entre 20 y/o 21 jugadores, para, empezar con un plan serio, desde el trabajo de base por ciclos, con los muy buenos jugadores que tenemos acá en nuestro medio, que puede llegar a brindarnos a futuro, mejores réditos, pues no tenemos ni recambio, ni tampoco reingeniería.

 

Si vamos a ser eliminados de Qatar 2022, que no sea con éstos jugadores apertrechados, sin jerarquía y sin sangre en las venas.

 

Aprendamos del evidente proyecto de Ecuador, que está construyendo su futuro futbolístico, brindándole atención, respaldo y seriedad, al trabajo serio desde las bases.

 

Los resultados están en frente de nuestros propios ojos: De 4 partidos, 3 ganados; 2 en casa, 1 a domicilio y 1 perdido por penalti. Ya ganó en Bolivia, -donde algunas selecciones no podrán sacar puntos- y ya le hizo beber un trago bien amargo a los “charrúas”, -4x2- como ahora también a nosotros, los “cafeteros”, -con un 6x1, ni fácil de devolver, ni tampoco de olvidar-. Suma 9 puntos, es tercero en la tabla, tiene 13 goles a favor y 6 en contra, o sea +7.

 

Colombia enfrentará en el mes de marzo 2021, en la fecha quinta a Brasil de local, y en la sexta, a Paraguay de visitante. Fáciles de ganar, ¿verdad?. Sí, cómo no.

 

No nos amarremos bien los calzones, para que no suframos otros dos nuevos desastres, peor que los del huracán Iata, que destruyó Providencia y sacudió San Andrés, y, al parecer, coleteó en Quito, (con intensidad de 6.1 grados), en la escala de Richter.

 

La ficha técnica del partido en Quito fue así:

 

Alineaciones:

Ecuador: Alexander Domínguez - Pedro Perlaza (Ángelo Preciado 87), Robert Arboleda, Xavier Arreaga, Pervis Estupiñán - Renato Ibarra (Beder Caicedo 81), Sebastián Méndez, Ángel Mena (Joao Rojas 87), Moisés Caicedo, Adolfo Muñoz (Gonzalo Plata 34) - Michael Estrada. DT: Gustavo Alfaro.

Colombia: Camilo Vargas - Luis Manuel Orejuela (Luis Muriel 41), Dávinson Sánchez, Jeison Murillo, Johan Mojica (Luis Suárez 40) - Juan Cuadrado, Jefferson Lerma (Edwin Cardona 66), Matheus Uribe (Wilmar Barrios 41) - James Rodríguez, Duván Zapata, Luis Díaz (Frank Fabra 40). DT: Carlos Queiroz.

Ahora bien, la historia balompédica nos remonta a 43 años atrás, cuando en una competición similar, Brasil nos encajó 6 goles x0, en el mítico Maracaná, el miércoles 9 de marzo de 1977, ante 132.764 espectadores. Fue la selección dirigida por Blagoje Vidinic, yugoeslavo. La nota destacada de aquel entonces, fue la sentada sobre el balón en la mitad del campo, después del 4x0, -muestra total de absoluta impotencia- del delantero Eduardo Emilio Vilarete.

 

Los anotadores fueron:

 

Roberto Dinamite, el primero, a los 16, y el tercero, sobre los 31.

 

El segundo fue a cargo de Zico, a los 26.

 

Marinho Chagas, el zaguero, quien desde la mitad del campo marcó el cuarto gol, cuando corrían 40. Así concluyó el primer tiempo, 4x0.

 

En el segundo episodio, el mismo “mono” Marinho Chagas, metió un riflazo de derecha de tiro libre y le colgó el 5x0, a Luis Gerónimo López, sobre los 50 marcados.

 

El sexto, en jugada personal, fue obra del crack, Rivelino, en el epílogo del juego, sobre los 89 cumplidos.

 

Las alineaciones aquella vez fueron:

 

Brasil: Leao, Zé María, Luís Pereira, Carlos Alberto, Marinho Chagas, (Edinho) Toninho Cerezo, Rivelino, Zico, Gil, (Joaozinho) Roberto Dinamite y Paulo César Cajú.

 

Colombia: Luis Gerónimo López, Arturo Segovia, Gabriel Berdugo, José “el boricua” Zárate, Jorge Bolaños, Oswaldo Calero, (Amado) Eduardo Retat, Diego Umaña, Willington Ortíz, (Juanito Moreno) Eduardo Emilio Vilarete y Jorge Ramón, “la fiera” Cáceres.

 

Técnicos:

 

Brasil: Claudio Coutinho. Colombia: Blagoje Vidinic.

 

Ojalá, Colombia y su incompetente dirigencia, se pongan serios de una vez por todas y asuman sus claras responsabilidades.

 

Qatar 2022, se presagia, por ahora bien lejano, para los, “cafeteros”.

 

Además, de reconstruir un equipo ganador, debemos remontar tanto puntos como -5 goles, tarea nada fácil.

 

Phanor Humberto Ramírez Peña

 

Palmira, jueves, 19 de noviembre del 2020.

  

https://colombia.as.com/colombia/2020/11/17/futbol/1605648343_491749.html

https://www.infobae.com/america/agencias/2020/11/17/ficha-tecnica-del-partido-ecuador-colombia-en-eliminatoria-sudamericana/

https://www.elespectador.com/deportes/futbol-internacional/historia-del-partido-brasil-6-colombia-0-en-el-maracana/

https://www.pulzo.com/deportes/colombia-ya-habia-recibido-6-goles-hace-43-anos-PP1001274

https://www.eltiempo.com/deportes/futbol-internacional/anecdota-del-juego-brasil-vs-colombia-en-la-eliminatoria-al-mundial-de-1978-127218

 

https://www.sambafoot.com/es/seleccion/544_brasil_colombia.html

https://www.planetafutbol.com/ecuador-6-colombia-1-una-aplastante-paliza-a-punta-de-goles/

 

ENTRENADOR
PHANOR HUMBERTO RAMÍREZ PEÑA