“Colombia: ¡¡¡ Toda una historia deportiva con 70 años de fútbol !!!”.

En un día como el de hoy, [15 de Agosto de 1948] se dio inicio en Nuestra Amada Colombia, [por aquellos días convulsionada al máximo por el asesinato del líder político, Jorge Eliecer Gaitán, cuatro meses atrás] al más emblemático como apasionante de los deportes de convocatoria masiva: ¡¡¡ El Fútbol !!!.

 

La cita cumbre para el primer partido oficial, fue la del domingo 15 de Agosto de 1948.

 

El escenario elegido para el juego que rompería la cinta inaugural del comienzo más fulgurante, fue la cancha del Hipódromo de San Fernando, en la Itagüí antioqueña.

 

La hora señalada fue la de las 11 de la mañana.

 

Los equipos en contienda, el Atlético Municipal de Medellín enfrentándose al de la Universidad Nacional de Pereira.

 

El resultado final fue de 2×0, a favor de los paisas y quienes se registraron en los goles, fueron, Rafael Serna, al convertir una pena máxima cuando corrían los 15 minutos primarios. Después, apareció el llamado “Pájaro”, Carlos Rodríguez, con un potente disparo, convirtiendo el 2×0, a los 38 jugados.

 

El arbitraje lo controló, Elías Coll, de quien se asegura, fue el padre, de Marcos Coll, “el olímpico”, [por su gol olímpico logrado ante Rusia, 4×4, en el Mundial de Arica Chile de 1962] y abuelo también de Mario Coll, quien actuó tanto para el Junior de Barranquilla como para el América de Cali, en los años 80s.

 

Rafael Serna, fue el tío-abuelo, del reconocidísimo “Chicho”, Mauricio Serna, el simbólico jugador número 5, tanto para el Atlético Nacional antioqueño, como del Boca Junior argentino, de los resonantes años 90s.

 

El periodista, Camilo Amaya, escribió para el Diario El Espectador, esta hermosa como elocuente sinopsis:

 

“Fue un domingo de esos de agosto en Medellín, soleado, de brisa primaveral, de temperatura perfecta para usar traje y corbata sin sofocarse, tibio y sin lluvia. De mujeres con vestidos de encaje, de guantes bordados y sombreros llamativos y coloridos. Pero no fue un día habitual para la sociedad antioqueña, tampoco para la colombiana, pues comenzó el torneo del fútbol profesional colombiano como medida desesperada para darle esperanza a un pueblo sumido en la violencia bipartidista, a una nación dividida y una parte enfurecida por la muerte de un caudillo, a un país de juicios crudos e irracionales incendiado desde sus entrañas. Por eso con la barbarie vino el fútbol, y con la pelota el optimismo y la distracción, y el mirar para otro lado.

 

Ese 15 de agosto de 1948 la hípica, el deporte de la clase alta, quedó relegada para las horas de la tarde y el balón se tomó la mañana. Y por eso a las 11:00 a.m. no hubo una silla vacía para el partido entre Atlético Municipal y Universidad Nacional, los equipos encargados de abrir el evento, el primero en representación de Medellín y el otro por Pereira, pues los dos cupos autorizados para Bogotá ya estaban copados”.

 

Así, las cosas, el primer campeonato oficial, en medio de “la guerra directiva” entre la Dimayor y la Adefútbol, abrió juegos con 10 equipos.

 

Los encuentros restantes de aquella primera fecha, de las 18 que se jugaron, arrojaron los siguientes resultados:

 

Millonarios pegó la primera goleada 6×0, al Once Deportivo.

 

Atlético Junior venció al Deportivo Cali, 2×0, que dirigió en Barranquilla el Juez Inglés, Roberto Kowell.

 

América, liquidó al Medellín, por igual score, 2×0.

 

Deportivo Caldas e Independiente Santa Fe, se colgaron el primer empate 1×1, convirtiéndose el primer autogol, con

 

Rodolfo Sarria, en Manizales, a favor del visitante.

 

Un titular de la crónica respectiva, sintetizó: “Fueron vencidos en los encuentros todos los visitantes ayer”.

 

A su vez, quedaron registrados para la historia, los 25 jugadores extranjeros, que fueron alineados en la primera fecha; siendo los equipos, Atlético Junior, América de Cali y el Atlético Municipal, quienes utilizaron solamente jugadores criollos.

 

Ciertamente, la grande novedad fue la presencia del árbitro Inglés, Roberto Kowell, quien con sus 50 años, demostró su calidad, energía, físico y fortaleza; el cual dirigió en todas las fechas, y debió doblarse en una, o sea 19, pitando un partido después del otro.

 

Un colofón final, del periodista Camilo Amaya, se plasmó en estas dieciocho palabras: “Ese día el fútbol calmó lo que la política y el diálogo no pudieron: a una Colombia dividida”.

 

Independiente Santa Fe de Bogotá, se erigió como el campeón, “de punta a punta”, como en las carreras de los caballos; y acuñó así la primera estrella en su divisa, aventajando al subcampeón Atlético Junior, por 4 puntos en el global.

 

Su jugador más sobresaliente fue considerado el mediocampista barranquillero, Antonio Julio de la Hoz, que después jugó para el Sporting de barranquilla, también en el Cúcuta Deportivo, y fue Selección Colombia, en la Copa América de Mayores de 1945, que se jugó en Santiago de Chile.

 

Entre los resultados importantes, se registró el del clásico capitalino, con 8 goles totales, donde el Campeón Albirrojo venció al Albiazul Millonarios, 5 goles por 3.

 

Otro de ellos, fue también el del clásico vallecaucano, con 7 goles en total, porque el Verdiblanco Caleño, derrotó 4×3, al escarlata América, jugado el 26 de septiembre, con dirección arbitral de Alfredo Cuezzo.

 

“Los años Dorados”, se registraron entre 1949 y 1953, donde vimos pasar, a lo mejor del fútbol sudamericano de ese momento.

 

Millonarios, fue reconocido como “el ballet azul”, que contó en sus filas con las rutilantes estrellas: Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera, Néstor Raúl Rossi, (argentinos) y entre ellos al crack colombiano Francisco Cobo Zuluaga, ganando cuatro títulos, (1949) y tres de ellos de manera consecutiva, 1951, 1952 y 1953.

 

Deportivo Cali, se sumó a la historia, con su famoso, “rodillo negro”, de 1949, [nombre que se le otorgó inicialmente al equipo Alianza Lima Peruano, de 1935, con Lolo Fernández a la cabeza, en un torneo disputado en Chile, donde apabullaron a los equipos chilenos] que entonces contó en sus filas con excelsos jugadores integrantes de la Selección Perú, encabezados por el imponente cabeceador y goleador, “el tanque de casma”, Valeriano López, sumados a él, Máximo Vides Mosquera y Guillermo Barbadillo, temible tripleta central de ataque del onceno verdiblanco.

 

También, el Deportivo Independiente Medellín, apareció con su estelar, “danza del sol”; quien contaba en su nómina con 12 jugadores peruanos, entre los más destacados, Roberto “Tito” Drago, y, Segundo “Titina” Castillo.

 

Santa Fe, asumió como refuerzos, a, “la sangre gaucha”, de René Pontoni y de Ángel Perucca.

 

El Deportes Caldas de Manizales, se le atravesó “al ballet azul”, y salió campeón en 1950, erigiéndose figura, el samario y goleador colombiano, Carlos Arango Medina, quien emergió en diciembre de 1946, integrando la Selección Colombia, que logró en Barranquilla, el título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, derrotando en el partido final a Panamá, 2×1, y él, anotó el gol del triunfo, al rematar de cabeza un centro de Rigoberto García, el famosísimo, “me muerde”.

 

Carlos Arango Medina, continuó escribiendo su memorable historia, saliendo igualmente campeón, con el Independiente Medellín, en 1955, con el Santa Fe, en 1958 y con Millonarios, en 1961.

 

En 1957, con la realización del campeonato de mayores de Lima Perú, integrando de nuevo la Selección criolla, alcanzó el primer resonante triunfo a nivel internacional para el país, cuando vencieron a la encumbrada Selección Uruguaya, 1×0, y fue, Carlos Arango Medina, el autor del gol, al rematar un pase de Alejandro Carrillo.

 

En el Morelia mexicano, fue protagonista en 1959 y terminó su carrera en Venezuela, con el Litoral FC, entre 1963 y 1967.
Nuestros equipos colombianos a lo largo de estos 70 años, se han distinguido, por albergar colonias de jugadores extranjeros, que le han rotulado una identidad natural.

 

Y no tendríamos el espacio suficiente tanto para enumerarlos como para resaltarlos por las grandes gestas que han cumplido en cada uno de los equipos donde han actuado, con las que “han engalanado”, con partidos memorables, con goles inolvidables y con ruidosos títulos, todo nuestro fulgor de fervorosos hinchas.

 

Por ejemplo, Millonarios y Santa Fe, los bogotanos, han combinado entre argentinos y brasileños, los azules, y los cardenales, a argentinos yugoeslavos y venezolanos.

 

Atlético Nacional e Independiente Medellín, los paisas; preferencialmente argentinos, aunque Nacional por algunas temporadas se ha limitado a mantener y solidificar su idea de, “puros criollos”.

 

Deportivo Cali y América, igualmente han combinado entre argentinos, peruanos, uruguayos y brasileños, los caleños; y América, con argentinos, yugoeslavos, paraguayos y uruguayos.

 

Deportivo Pereira, ha sido siempre un fortín paraguayo del más alto nivel de rendimiento y calidad.

 

Por su parte, el Cúcuta Deportivo, ha sido también otro fortín, pero netamente Uruguayo, con esporádicos elementos argentinos.

 

El Atlético Bucaramanga, ha mantenido variados complementos entre argentinos y uruguayos.

 

Atlético Junior, Unión Magdalena y Real Cartagena, han mirado de manera grata hacia Brasil, como la fuente de surtido balompédico; y Junior los ha combinado con argentinos y uruguayos.

 

Once Caldas y Atlético Quindío, se han nutrido de excelentes figuras argentinas.

 

Deportes Tolima y el Atlético Huila, en representación del “tolima grande”, se han reforzado con brasileños y argentinos, de manera preferencial.

 

Los equipos nuevos como el Deportivo Pasto, el Cortuluá, la Equidad, Boyacá Chicó, Patriotas Boyacá, Leones, Rionegro Águilas, Jaguares, Alianza Petrolera y el Envigado, se nutren esencialmente de sus propias canteras, y entre ellas destaca de manera especial, El Envigado, (una fuente constante de ebullición de excelentes jugadores canteranos) y la alternan con jugadores a préstamo, cedidos, intercambiados o repatriados desde los equipos foráneos.

 

Los equipos llamados grandes, a su vez, “mantienen constantes y en crecimiento sus canteras”, y, se aprovisionan de ellas con especial significancia.

 

Los jugadores colombianos, a su vez, son muy apetecidos en el continente por equipos argentinos, brasileños, uruguayos, paraguayos y ecuatorianos.

 

De Europa, con esencia en España, Italia y Francia, y aún desde la China, igualmente los pretenden y los contratan.
La globalización del fútbol, hoy día no tiene barreras y muy pocas puertas cerradas.

 

El mayor campeón ha sido el Atlético Nacional con 16 títulos.

 

Millonarios, con 15 y América, con 13.

 

Deportivo Cali e Independiente Santa Fe, 9.

 

Atlético Junior, 7, Deportivo Independiente Medellín, 6.

 

Once Caldas, 4, Deportes Tolima 2.

 

Atlético Quindío, Cúcuta Deportivo, Boyacá Chicó, Deportivo Pasto y Unión Magdalena, cada uno, 1 título.

 

El Deportes Tolima, de la mano del laborioso como estudioso estratega samario, Alberto Gamero, se tituló campeón en el torneo de Liga 1, de este 2018, en Medellín, la noche del sábado 9 de junio, al vencer por penales 4×2, al encumbrado Atlético Nacional; alcanzando así su segunda estrella.

 

En el año 2017, se abrió para beneplácito de nuestras jugadoras, La Liga Femenina.

 

Participaron 18 equipos, (Alianza Petrolera, América, Atlético Bucaramanga, Cúcuta Deportivo, Envigado FI, Equidad Seguros, Fortaleza CEIF, Atlético Huila, Orsomarso, Deportivo Pasto, Patriotas Boyacá, Deportivo Pereira, Deportes Quindío, Real Cartagena, Real Santander, Independiente Santa Fe y Cortuluá) en tres grupos de 6 , y el primer juego de apertura, fue el viernes 17 de febrero, arrancando a las 5 pm, entre Deportivo Pasto, (local, Estadio Departamental Libertad) ante el Cortuluá vallecaucano, que resultó en favor de las visitantes 1×2, dentro del marco del grupo C.

 

El primer gol del torneo lo alcanzó Marsy Cogollos, del Cortuluá a los 13 del inicio.

 

Jimena Solís, caucana, fue la árbitra central del partido.

 

La goleadora del certamen fue Manuel González, cañonera del Atlético Bucaramanga, quien convirtió 13 anotaciones en total, y para destacarlo, un hat trick, (a los 19, 37 y 40 minutos) ante Real Santander, el 26 de febrero, y un póker, (a los 47, 52, 82 y 84 jugados) ante Alianza Petrolera, el 23 de abril.

 

Independiente Santa Fe, ganó el primer título, (1×2 y 1×0) y se subcampeonó el Atlético Huila.

 

Este año, 2018, con la participación de 23 equipos, repartidos en tres grupos de 6 y 1 de 5, (ingresaron Atlético Junior, Atlético Nacional, Deportes Tolima, Bogotá FC, y Atlético FC) el “Opita”, Atlético Huila, levantó la copa campeonil y Atlético Nacional, se rotuló el subtítulo.

 

La victoria fue alcanzada mediante la definición de cobros desde el tiro penal, donde las Huilenses batieron inobjetablemente a las paisas, 3×0.

 

El resultado más apabullante lo logró el Independiente Santa Fe, que humilló al debutante Bogotá FC, 10 goles x 0, el 17 de Febrero.

 

La goleadora de la segunda edición fue la venezolana Oriana Altuve jugando para el Santa Fe, con 16 dianas.

 

Jugadoras venezolanas en gran cantidad, como argentinas, costarricenses, brasileñas y hasta de Trinidad y Tobago, tuvieron sendas oportunidades.

 

El juego del fútbol, que bien sabe “escoger ganador en cada partido y en cada torneo”, continúe siendo, el hilo conector para que nuestro país, escriba una historia, “de cero violencia como de una convivencia de respeto” y, se aleje, de tantos, “odios fanáticos”.

 

Phanor Humberto Ramírez Peña.

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ENTRENADOR
PHANOR HUMBERTO RAMÍREZ PEÑA